domingo, 19 de agosto de 2012

 Una de las cosas que debemos cuidar como creyentes, son los frutos que damos. Los frutos son las acciones y actitudes de una persona. La realidad es que a nadie le gusta que le examinen el fruto que está dando,   ya que  mediante estos se manifiesta lo que realmente hay en el corazón de cada ser humano. Por tal razón la gente no puede escudarse al decir cosas como por ejemplo “él único que conoce mi corazón es Dios”, cosa que no es cierta, eso es sólo un pretexto para no reconocer en este caso las fallas; siempre recuerda que tus actitudes, palabras y manera de comportarte en tu quehacer diario, también sacan a la luz lo que hay en tu corazón. Jesucristo nos enseña en  Mateo 7:16: Por sus frutos los conoceréis. 

Dios tiene un plan maravilloso para nosotros, pero para que se cumpla en nuestras vidas es necesario dar buenos frutos. Uno de los peores errores que podemos cometer es querer crecer y surgir sin buscar antes una intimidad con Dios; tú puedes ser un adorador y poseer una gran voz para cantar, nada malo con esto, debido a que la gente puede conocerte  rápidamente y puedes alcanzar mucha altura, pero si esto sucede sin haber desarrollado primero una relación con Dios, no podrás resistir la tentación cuando se te presente,  porque todo lo que brota rápido no tiene raíz y es de corta duración. Procura tener una vida profunda en Dios para que puedas permanecer firme y no caigas.

Proponte buscar a Dios a pesar de ti mismo y comienza a dar esos frutos que Él esta esperando de ti,  corta con todo aquello que impida que tu vida avance en Dios; esos deseos de hacer lo malo y todo pensamiento podrido sácalo de ti, la biblia nos enseña en Isaías 55:7: Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Nunca el Señor permitirá que su viña se llene de cizaña y espinos; él limpiara su era. No quiero que con este mensaje  tú te llenes de miedo y temor; sino todo lo contrario, que te llenes de amor hacia Dios, porque Él te ama. Recuerda siempre que él es bueno pero no tan bueno como para perdonar al que no se haya arrepentido de sus pecados o para alcahuetear al que quiere hacer lo malo. Muchas personas dicen que el amor más parecido al de Dios es el de la madre, cosa que es mentira, porque la madre es alcahueta, ¡Dios es justicia!. Madre que lees esto, enseña a tus hijos a dar buenos frutos por medio de la palabra de Dios.

Es importante que tú seas lo que eres y no que modeles y finjas una vida que no tienes; prosigue a dar buenos frutos para Dios y pégate a la buena sabia y  a la raíz que es Cristo, no andes con todo el mundo y no se trata de hacer excepción de personas, sino que hay muchas personas con espíritus contrarios a la voluntad de Dios que pueden afectarte y dañar tu espíritu.

Mi deseo con este mensaje es que tú comiences a dar buenos frutos, porque cuando lleguemos al cielo nos preguntarán ¿qué dimos?, no que hicimos. Examínate y pregúntate en tu quehacer diario, en la casa, trabajo y oficina: ¿qué frutos estoy dando?, y no en la iglesia, porque allí es fácil dar frutos. Rehúsate a ser de corta duración, en Dios tú puedes echar raíces profundas y permanecer firme sin importar las circunstancias que vengan a tu vida. La mejor manera de dar frutos es soltando tus malos deseos y sacando el ojo, el oído y la mente de lo que no conviene. Y recuerda siempre que el Fruto es el resultado de la raíz, lo que está afuera es producto de lo que está adentro. ¡Dios te Bendiga!. Pastor Richard Rodríguez.

domingo, 12 de agosto de 2012




















En cierta oportunidad un pastor me invitó a predicar en su iglesia, me sugirió que les hablara acerca del servicio a Dios y me manifestó su descontento con su congregación por su falta de compromiso con el reino de Dios, porque no respondían cuando él los convocaba al servicio en la iglesia. Me inquietó el hecho de que él responsabilizaba a sus miembros diciendo que ellos estaban mal. Él se sorprendió al escuchar mi opinión acerca de lo que sucedía, ya que le expliqué que el responsable era él, porque no le había  transmitido a su iglesia un espíritu de servicio y compromiso.

En Números 11: 16-17 vemos como Dios manda a Moisés a buscar setenta varones de los ancianos de Israel y sus principales, diciéndole: tomaré del espíritu que está en ti y lo pondré en ellos; lo que indica que el espíritu se puede transmitir  y transferir de una persona a otra. ¿Para qué Dios toma del espíritu de Moisés y lo pone en esos hombres?, para que sean semejantes a él, que piensen, hablen, aconsejen, tengan devoción y sean responsables como él, de la misma manera Dios quiere transferir dones y mayor pasión por Cristo a sus hijos a través de hombres de Dios.
 
Por eso es muy importante que tú entiendas que el propósito de Dios con el pueblo de Israel era que tuvieran el mismo espíritu de Moisés,  ya que fue  a  él a quien le delegó  la visión de guiar a su pueblo para que entraran en la tierra prometida. Dios quiere que seamos un cuerpo con un mismo espíritu, un pueblo con una misma visión. Nada hacemos si llegamos a la mente de las personas,  a  la parte intelectual,  y no llegamos a su espíritu, cuando se llega al corazón algo sucede. Es por eso que vemos el éxito de muchas iglesias donde sus miembros piensan y hacen las cosas como su pastor, pues todos siguen su misma visión, por otra parte vemos el desastre de otras iglesias porque algunos quieren hacer las cosas a su manera. 
 
Cuando alguien capta el espíritu de un hombre de Dios, su vida cambia. Deuteronomio 34:9 dice, que Josué, hijo de Nun, fue lleno del espíritu de sabiduría porque Moisés había puesto sus manos sobre él; tú puedes ser transformado, prosperado, lleno de gozo, alegría y paz por la imposición de mano de un hombre de Dios. En lo negativo también sucede, es decir,  tú puedes captar el espíritu de un hombre famoso y creer ser como él o el espíritu de un pecador y terminar derrotado y sin propósito, sin embargo, si captas el espíritu de un hombre de Dios cosas que tú nunca has hecho las podrás hacer, porque te ha transferido el don que necesitas por la gracia de Dios.

Apreciado lector, mi mensaje  va dirigido a  que tú captes el espíritu de un hombre de Dios con un corazón recto y limpio, y que te dejes impartir un espíritu correcto para ser cambiado, porque no importa lo espiritual que seas, hay cosas que Dios te va a dar a través de otro hombre. Cuídate de estar con personas que puedan dañar tu vida, por el contrario, busca personas que verdaderamente te puedan transmitir lo que necesites espiritualmente para llevar una vida llena de victoria y comprometida con el servicio a Dios.

Que la gracia y el Espíritu de Dios te acompañen siempre. Pastor Richard Rodríguez.

martes, 7 de agosto de 2012



Si prestas atención a este mensaje, estoy seguro que bendecirá mucho tu vida y podrás comprender como influye el estado de tu corazón  en todo lo que haces, las decisiones que tomas, las circunstancias que atraviesas;  posiblemente anheles que Dios cambie  tu vida,  pero esta transformación solo será posible cuando tomes conciencia del estado de tu corazón. 

El corazón, en la biblia, es comparado con  la tierra, la palabra es la semilla y el sembrador es el predicador. En Mateo 13,  Jesús hace referencia a la parábola del sembrador: “Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar”. Después que Jesús habla la parábola es muy interesante observar cuando dice: “el que tenga oídos para oír que oiga” esto se debe a que todo tiene que ver con el oír. Hay personas que oyen lo que les conviene oír, de ellos la biblia dice que oyen pesadamente; existen otros que les molesta oír, en el libro de Hebreos, se hace referencia a estos, diciendo que no podían tolerar lo que oían. También hay gente que tiene el  corazón tan dañado que no hay forma que puedan ser corregidos o enseñados. Cuando  el corazón está dañado, siempre va a atacar a la semilla o al sembrador, pero nunca a su propio corazón  (la tierra), y es posible que al recibir la palabra o la corrección de un hombre de Dios, lo primero que pienses es: “la semilla es la que está mal”, “el sembrador  es el que está mal”, y puedes hasta decir “El pastor no debió decírmelo de esa manera”. Y concluyes “el pastor me ofendió”, pero nunca te pasa por la mente que no fue él el que te ofendió, sino que tú te ofendiste, una cosa es que te ofendan y otra es que tú te ofendas, una cosa es que te maltraten y otra cosa es que tú estés maltratado

Que tremendo que cuando Jesús explico la parábola del sembrador había mucha gente y todos oyeron, pero luego separó a sus discípulos y les explico la palabra, porque Jesús se tomaba el tiempo para explicarle la palabra a aquellos  que él sabía que la iban  a oír. Cuando alguien oye la palabra del reino y no la entiende,  viene el malo  (satanás) y arrebata lo que se ha sembrado en su corazón, esto es porque cayó junto al camino;  por ejemplo: En un terreno cuando alguien pasa muy seguido por el mismo lugar se abre un camino, y la tierra, producto de las pisadas, se endurece de tal forma que ya no crece más la hierba ni ninguna planta; por esta razón no puedes permitir que tu corazón sea un camino, donde el diablo entre y lo pisotee, por donde pase el afán de la vida, la filosofía humana, los criterios personales, la falsa humildad, el amor propio, el orgullo, la auto justicia,  la queja, la murmuración,  hay personas cuyos corazones se han  endurecido  a tal punto que la semilla no puede penetrar, Cuida que tu corazón no sea un camino sino una casa donde Jesús  habite ampliamente.

También podemos ver casos de personas que nunca más fueron felices porque fracasaron en un área de su vida, por ejemplo en el matrimonio fracasaron con su pareja y luego se cierran hasta el  punto, que  endurecen  su corazón  y no permiten que la palabra de Dios penetre en sus vidas. Por otra parte satanás es especialista en enviar caminantes que pasen una y otra vez por nuestro corazón, con el propósito de endurecerlo y hacerlo insensible a la voz de Dios. Cuando no se cree la palabra, se es incrédulo, cuando una persona es incrédula  tiene el corazón malo y cuando el corazón esta malo, se aparta del Dios vivo, del pastor y de la iglesia. La palabra de Dios dice que debemos hacer barbecho en nuestros corazones,  como cuando agarramos una planta y cavamos alrededor de ella, para que la tierra se ablande y el agua pueda penetrar hasta la raíz y de esta forma ser alimentada la planta. En este sentido cuando tú corazón está limpio puedes tener la certeza de que estas arraigado en Dios y siempre vas a estar alimentado espiritualmente, por lo tanto todas las áreas de tu vida tienen que funcionar. Tú tienes que sacar de raíz todo afán,  todo engaño de tu vida y limpiar el terreno, que es tu corazón, el problema es que mucha gente quiere recibir la  semilla sin quitar la basura que ya estaba sembrada y cuando van a la iglesia el pastor siembra la palabra, pero no pueden dar frutos porque la tierra está sucia o endurecida.

Quizás te preguntarás: ¿Cómo puedo saber qué tipo de terreno soy? Por el fruto que das, toda semilla que es sembrada en buena tierra tiene que dar buen fruto, porque cuando el sembrador es bueno, la tierra es buena y la semilla es buena,  el fruto tiene que ser bueno. Cuando tu corazón es buena tierra, oye la palabra, la  entiendes, da buen fruto y produce al ciento, al sesenta  y al treinta por uno. ¿Qué estas produciendo tú? Ira, contienda, envidia, celos o estas produciendo amor, paz, gozo, benignidad, mansedumbre, fe, paciencia, tolerancia.  Es por eso querido amigo, que debes cuidar el estado de tu corazón. ¡Dios te bendiga!. Pastor Richard Rodríguez

sábado, 4 de agosto de 2012


La palabra de Dios enseña, en 2da de Samuel 5:7,  que Sion es tanto la ciudad del Rey David como la ciudad de Dios. Aparece en la biblia 150 veces y su significado es fortaleza;  originalmente se llamaba  así a una ciudad que estaba en manos de los Jebuseos que Israel logro conquistar y a otros lugares muy específicos, la pregunta es ¿Dónde queda Sion entonces? ¿Por qué en la biblia cuando se menciona a Sion se refiere a varios lugares?.  El Espíritu Santo me explicaba que Sion y  el Reino de Dios es una misma cosa; ciertos lugares quedaron llamándose así por la manifestación que allí sucedía. Puedo decir que, de acuerdo a lo que en ese lugar  pasaba se le daba el nombre de Sion, es como una marca que identifica lo sobrenatural que había pasado. Te voy a explicar con un ejemplo sencillo, una  iglesia puede quedar en el peor barrio,  famoso por el alto índice de drogas y homicidios pero cuando esa Iglesia comienza a hacer algo diferente: a dominar sobre sus  enemigos, a  manifestarse con poder cambiando la manera de vivir  de las personas, quiere decir que el Reino de Dios se ha manifestado y ya no se conoce como un barrio peligroso sino que está Sion legislando, mandando, ordenando,  hay evidencia que algo sobrenatural está sucediendo, entonces ya no se llama ese lugar  muerte sino vida . Algo pasa porque es una influencia espiritual, el Reino de Dios afecta donde el llega, las cosas no se pueden quedar igual.

¿Dónde está el Monte de Sion?  Israel en lo natural ha sido afectado por Dios, evidencia de ello es  que todo el agua de allí es potable aún la que sale por los grifos,  realmente es  una ciudad bañada de la gracia de Dios; pero ellos se quedaron creyendo que Sion era un espacio geográfico y no se dieron cuenta que es un espacio espiritual. Puedo asegurarte que Sion no es más que el  Reino de Dios que se movió al mundo,  a los gentiles.  Israel pensó que Dios no haría más nada sin ellos pero la palabra de Dios dice en Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; Sion se mudó a los gentiles. Hoy nosotros disfrutamos de lo que era para los judíos, el Espíritu Santo que era para los judíos lo tenemos nosotros, la palabra que era para que la entendieran los judíos la entendemos nosotros, el avivamiento que era para los judíos ahora está  en el mundo.

Ahora, es triste que nosotros teniendo lo que Dios nos ha otorgado, perdamos la manifestación del Reino de Dios en nuestras vidas, porque cuando este  llega a la vida del hombre pueden suceder cosas poderosísimas,  no será más igual, si una persona quiere que Dios se le manifieste, tiene que aprender a tener una revelación del monte de Sion. Cuando el Reino de Dios llega a un hogar algo sobrenatural viene, desplaza y reemplaza lo que allí operaba, cambiando el ambiente y las situaciones que  rodean, es tan fuerte la operación de este reino que al más cobarde lo hace ser valiente.  
Cuando el Reino de los cielos viene a tu vida puedes destruir y despedazar toda  mala circunstancia, el lugar más común y corriente se convierte en un lugar santo y poderoso, la bendición te persigue y donde tú llegues los demonios, la enfermedad y la miseria se tienen que ir, porque ya no perteneces al reino de las tinieblas. Amigo en medio de las circunstancias busca el Reino de Dios y  aprenderás a vivir sobrenaturalmente. Por lo general la gente vive buscando las cosas materiales de este mundo en vez de buscar el Reino de Dios.

Sion funciona en las cosas imposibles que tú no puedes lograr hacer, para que sean posibles, el reino de Dios viene a una vida o a un lugar  para  transformarlo por completo, si tú no has cambiado es porque no se ha manifestado en tu vida. La única forma que una ciudad o un país cambie es que se le revele el Reino de los cielos.
Estimado lector este mensaje va dirigido a que  puedas establecer en cada área de tu vida el Reino de Dios,  y permitir que éste  te afecte. Tienes que aprender por medio de la fe a traer el Reino de Dios a tu vida. El monte de Sion es una realidad espiritual que puede estar en tu hogar, en tu trabajo y a donde quiera que vayas, Dios quiere estar en medio de ti para bendecirte. No te conformes a quedarte como estas, no te acostumbres tanto a lo natural, cree por lo sobrenatural. ¡Dios te bendiga!. Pastor Richard Rodríguez.