lunes, 19 de agosto de 2013



Dios necesita que cambiemos nuestra mentalidad y la manera de ver las cosas, que estemos preparados para hacer cosas grandes, entendiendo que en Cristo podemos lograr todo lo que nos propongamos. La finalidad de este escrito es hacerte entender que Dios tiene una riqueza  reservada para ti, así que no te detengas mirando tu condición, avanza y conquista lo que nadie se ha atrevido a conquistar.

Para conquistar ese lugar de grandeza que Dios te ha preparado, debes preocuparte por agradar su corazón, porque con esto estás destinado a ser bendecido por Él, Satanás hará lo posible para degradarte, él quiere que vivas en derrota, que no tengas victoria en ningún área de tu vida, pero si decides buscar de Dios y hacer su voluntad, su bendición te alcanzará. No faltará quien te diga que no puedes lograrlo, sin embargo, tú debes aprender a ver las cosas como Dios las ve y a creer en lo que Él dice en su palabra; esto querido hermano se trata de creer, de tener fe, no es por tus obras, no es lo que hagas o dejes de hacer, es por la gracia de Dios que podrás conquistar ese lugar de victoria que Jesucristo compró para ti en la cruz del Calvario.

Tampoco es un asunto de edad, un joven que tome la decisión en su corazón de cambiar para Dios, puede lograr grandes cosas, puede conquistar lo que nadie ha conquistado en esta tierra, hacer algo que nunca nadie ha hecho, por eso Dios quiere que te prepares para la grandeza, aprovecha esa juventud que él te ha dado para conquistar lo imposible, cree por un milagro sobrenatural, porque lo mejor de Dios está por llegar a tu vida, proponte agradar su corazón, apártate del pecado, comienza a santificarte y recibirás un destino glorioso.

No esperes que sea tarde para apropiarte de las riquezas que Dios tiene para ti, tienes dos opciones: quedarte viendo como los demás disfrutan de la bendición de Dios o tomar la decisión de conquistarlas para ti. Es tiempo de conquistar un buen matrimonio, un buen hogar, una buena salud y economía,  es tiempo que te prepares para la grandeza no para la derrota, no te veas como un miserable, Dios puede hacer grandes cosas contigo y recuerda que tu momento más difícil es el momento de tu promoción, el éxito de toda persona está en agradar el corazón de Dios.