viernes, 15 de noviembre de 2013




Al aceptar a Jesús en nuestros corazones, por la gracia de Dios, su bendición cae sobre nuestras vidas, sin embargo, la mayor parte de nosotros hemos tenido  que vivir por mucho tiempo sin poder disfrutar de ella  y es allí donde nos turbamos, pero debes entender que esto sucede porque no conocemos o no aplicamos los principios de la palabra de Dios en nuestras vidas pero a pesar de esto en medio de estas circunstancias  Dios  prepara  nuestros corazones para que podamos recibir la bendición que Él tiene preparada para cada uno de nosotros. 

Estimado amigo quiero que sepas algo, la bendición de Dios es real, es tangible, para mi vida y para la tuya, es tan real que puede cambiar a una persona, una familia, un  vecindario y una iglesia de tal manera que pueda influenciar a toda una ciudad. Cuando la bendición de Dios llega a tu vida, sobrepasa todo lo que el mundo, el diablo y el infierno quieran poner sobre ti.

Te preguntarás ¿Cómo hago para conseguir la bendición de Dios? Te voy a dar algunos principios que te ayudarán:

1.      Bendice a los demás;  Dios le dice a Abraham “te bendeciré para que seas bendición “ (Génesis 12:2). Fíjate que Abraham murió pero aun así, sigue bendiciendo a mucha gente. Si quieres ser bendecido, comparte tu pan con el hambriento, nunca el que da muere de hambre o viene a pobreza.  Mejor es dar que recibir.
2.      Lee la palabra de Dios; si la leemos con sincero deseo de escuchar a Dios, encontraremos en su palabra un manantial de vida. Entra en un romance con Dios entendiendo lo que Él quiere hablarte, en la medida que te llenes de su palabra te llenarás de vida y bendición.
3.      Sé justo y honesto; si quieres la bendición de Dios debes andar en integridad.
4.      Bendice a tu Pastor; él es el hombre que Dios puso para traerte su palabra, En Gálatas 6:6 dice que todo aquel que es instruido haga participe de toda buena obra al que le instruye. Dios ve tu corazón y Él no puede bendecir un corazón malo o desagradecido. 

Querido amigo, ¡se puede quebrantar toda maldición  con la bendición de Dios! 

¡Sé muy bendecido! Pastor Richard Rodríguez.