sábado, 25 de abril de 2015

Muchas veces usted ha escuchado expresiones como esta: ¡Señor, si tú quieres sáname!

En  Mateo 8:1-3  hallamos una historia  donde Jesús se encuentra con un leproso, este se le acerca diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.  Dios es un Dios bueno lleno de misericordia que quiere manifestarse a todo hombre y mujer.  Por esta razón es mi  deseo expresar en este escrito la buena voluntad de Dios  que  tú puedas creer y comprender lo inmensa que es la bondad de Dios,  es decir Jesús siempre quiere  todo lo bueno para ti amado amigo. Que cuando te encuentres leyendo esta pequeña reflexión acerca del carácter de nuestro Amado Jesús, puedas abrir tu corazón para que la fe entre a tu vida y así puedas ser sanado, libertado y prosperado,  es por ello que no debes dudar en acercarte a él.

Quizás tú seas uno de esos  que  han despreciado  y te han dejado solo, pero Jesús te dice hoy ¡Yo quiero salvarte y darte un nuevo destino!, ¡Yo quiero ayudarte!  No permitas  que nada ni nadie te haga pensar que  Jesús no quiere, pues lo que todo el mundo desecha y que aparentemente ya no sirve, Jesús lo quiere, porque él es el único que puede cambiar la maldición en bendición.  1 Corintios 1:28: "y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es que esperanza tan poderosa, definitivamente no hay Dios como nuestro amado Dios".

Más sin embargo hay  mucha gente que quiere los milagros de Jesús, pero no quieren a Jesús ¡Cuidado! Porque las cosas no funcionan así, puesto que lo más justo es que  correspondas a su amor, porque a pesar de tu infidelidad, Él sigue esperando por ti, aunque la religión y la tradición no quieren que Jesús te perdone los pecados, él siempre está dispuesto a perdonarte si vienes con un corazón arrepentido.

Medita en esto: Jesús vino a salvar lo que se había perdido, así que no importa tu condición, Jesús te perdona y nunca más, y cuando digo nunca más es ¡nunca!  volverá a recordar tus pecados. Jesús quiere salvarte, sanarte, bendecirte, prosperarte y restaurarte, pero el problema no es si Jesús quiere, el problema es,  si tú quieres.

¡Dios te bendiga!  
Pastor Richard Rodríguez.