Testimonio de sanidad
Agradecerle a Dios por su infinito amor y testificar que es un Dios de milagros es para mí una gran bendición. Compartir con mis hermanos en la fe y mis padres espirituales Richard Rodríguez y Carmen de Rodríguez por la oportunidad de poderles manifestar que Dios es nuestro sanador por excelencia y que en la iglesia de Dios se producen los milagros.
A principios del año 2012 fui víctima de un accidente de tránsito, dejándome como resultado perdida del conocimiento, padecimientos del síndrome de latigazo cervical y miofacial de cintura escapular, a partir de entonces me mantuve con dolores muy fuertes a nivel de la cervical y contracturas del trapecio frecuentemente. Estando bajo indicaciones médicas, tratamientos y terapias, realizándome en su mayoría todas las existentes en el área de fisiatría, en la cual no veía resultados, y me informaban que éste padecimiento era un proceso muy lento el cual podría durar de 8 a 15 años. En conversaciones con los pacientes que asistían a los mismos centros de rehabilitación, me confirmaban esta información y algunos de ellos ya cumplían con ese tiempo, me llenaba de angustia y llegaba a desesperarme por los dolores, le decía al Señor que yo no quería esto para mí. En oportunidades no podía levantarme de la cama y mi vida se había limitado a dejar de hacer cosas que frecuentemente hacemos todos los días (movimientos, caminar en desniveles, cuidados de las niñas, del hogar, conducir vehículos, entre otros).
En oración y clamando a Dios, venía siempre a mi mente la palabra que sale de la boca de nuestro Pastor: “No es la voluntad de Dios que nosotros como cristianos y creyentes en la fe estemos enfermos y en condiciones físicas adversas” , en mi caso por este proceso, y junto a mi esposo, al cual le doy gracias, porque él siempre me decía “declara la palabra, tú estás sana por las llagas de Cristo, no aceptes esos diagnósticos, porque el Dios a quien tú le sirves no te dejará avergonzada” y constantemente me lo decía en un culto o en el servicio, “Dios te va a sanar”.
El día martes 02 de abril de 2013, al finalizar el culto de oración, yo estaba realizando mi servicio en la iglesia y mi esposo me llamó y me dijo “ven para que nuestro pastor ore por ti”, el pastor venía bajando del púlpito y me le acerque diciéndole que orara por mí, por los dolores y el problema de la cervical, él lo hizo, oro al Señor y desde ese momento pude experimentar el poder de Dios sobre mi vida, cayendo al piso y por espacio de 30 minutos aproximadamente me mantuve allí, parte de mi cuerpo temblaba y sentía en mi cabeza una fuerte presión, al levantarme y durante el camino a casa aún parte de mi cuerpo no lo podía controlar, el brazo derecho y manos temblaban y se movía mi cabeza de un lado a otro, me incline y dije a mi Dios: “Gracias porque me estás sanando”. Al despertar el día siguiente había desaparecido en su totalidad todos los dolores y pude levantarme sin dolor de la cama y hacer los movimientos y cosas que no había hecho por más de 1 año, y dando gracias a Dios una vez más, me llenaba de gozo al ver el milagro depositado en mí.
Mi esposo me dijo vas a ir a las terapias e inmediatamente le dije que no, que estaba sana, él dijo tienes que ir a testificar lo que Dios hizo en ti. Fui a consultar a la fisiatra, manifestándole que Cristo me sanó y ella con incredulidad me dijo, “bueno amen, pero igual tengo que explorarte y verificar", accedí y escuché cuando salió de su boca “¡Aleluya!, no tienes nada, desaparecieron unos nudos que tenías en cada lado", fue tocando, buscando y no encontró nada, luego bajo a la parte del trapecio y tampoco sintió ni palpó las contracturas que tenía desde hace mucho tiempo esas zonas.
¡A Dios sea toda la gloria, la alabanza y agradecimiento por mi sanidad!; a ti que estás leyendo esto, quiero decirte que Dios no hace acepción de personas y si lo hizo conmigo también puede hacerlo contigo, no dejes de perseverar y de creer por tu sanidad.
¡Dios te bendiga!
Gracias.....
Ivonne de Vivenes
Que sorprendente! Una noticia como esta, fechada en jueves, 16 de mayo de 2013, nadie le hace un comentario! Nadie le da la gloria a nuestro Dios Altisimo, que entregó a Su Hijo para redimirnos de la enfermadad y de toda maldición! Oh, Mi Señor, perdonanos por ser como somos, señor, aunque de esto han pasado 4,5 años, yo te doy la Gloria y la Honra, agradeciendote por esta sanacion tan tremenda. Tú lo has hecho conmigo en mas de una oprtunidad, cada vez que soy atacado por alguna enfermedad, porque le permito la entrada a mi cuerpo, voy a Tí, no a los medicamentos, y tu reflejas en mi lo que ya hiciste hace mas de 2.000 años en esa cruz del Calvario. Gracias Mi Señor Jesucristo!!
ResponderEliminar