En algún momento te has detenido
a preguntarte ¿Qué paso con los que vieron la cruz donde fue crucificado Jesús?,
¿Qué pasaba por la mente de los que estaban allí?, ¿Qué vieron los que tuvieron
el privilegio de presenciar el acto más grande que se haya hecho en toda la historia
de la humanidad?, un acto que dividió la historia en dos y que compró la
redención del hombre, el cual sin duda alguna va a determinar el destino de
toda la humanidad, ya que nadie se podrá zafar jamás del sacrificio de Jesús en
la cruz.
La palabra de Dios, en los cuatro
evangelios nos detalla este poderoso acto desde
diferentes perspectivas. Por ejemplo, en el libro de Mateo,
capítulo 27, del verso 15 en adelante,
nos relata sobre los escribas y fariseos, que no lograron ver que era el mesías
al que llevaban a la Cruz del calvario, ellos veían a un hombre que les era de
tropiezo en su negocio y pensaban que al crucificarle se quitarían un problema
de encima, ya que al hacer más milagros que ellos, al sanar a muchas más personas,
al hacer en poco tiempo lo que ellos nunca lograrían hacer y sobre todo al acabar
con el imperio religioso que ellos habían montado, quisieron deshacerse de él creyendo
que era una persona cualquiera a la que estaban llevando a crucificar.
Pero todo esto ocurre porque
Jesús vio que él podía mostrar su gran amor, misericordia y compasión a través de su
sacrificio y pesar, que él conocía los pensamientos de las personas que estaban
viendo aquel acto, aquellos que se llenaban de compasión, los que se burlaban, los
que se sintieron traicionados al ver que no se libraba a sí mismo de lo que le
venía o los que veían a un hombre insignificante morir, en medio de todas las
dudas que invadían la mente de los que eran testigo de aquel acto, Jesús sin
sentirse maltratado u ofendido pensaba en el gran amor que tenia por todos y en
la redención que les daría por medio de este sacrificio.
La verdad es que desconozco tu
condición de pecado, pero quiero decirte que para eso Jesús decidió morir en esa Cruz, para
liberarte y absolverte de cualquier falla que hayas cometido y así poder darte
una nueva vida. Realmente es triste que en ese tiempo nadie pueda ver lo que
este sacrificio significaba para toda la humanidad y el cambio que traería,
pero hoy tú puedes verlo y reconocer que Jesús vino a darte una nueva
oportunidad de vida, de cambio, de liberación. No puedo culminar este escrito
sin preguntarte ¿Qué estás viendo tú en la Cruz? ¿Vas tú a menospreciar este sacrificio? O ¿Vas a apropiarte de esta nueva vida que
Jesús te brinda?
Dios te Bendiga.
Pastor Richard Rodríguez.
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