La
iglesia de Cristo debe ser diferente y marcar una pauta en este
mundo, es por ello que edificar un templo es más que construir una
estructura física, pues si hay obra en esta tierra que requiere la
bendición y la gracia de Dios es la cimentación de un templo para
Él. Construirlo requiere de una unción especial, si alguien carece
de ésta, la edificación podría pasar muchos años sin ser
terminada.
No
cualquier persona tiene el privilegio de construir casa para Dios,
por ejemplo David, a pesar de tener un corazón conforme al de Dios,
era un hombre de guerra y sus manos estaban manchadas de sangre, por
eso fue a su hijo Salomón a quien se le otorgó la bendición de
construir un templo para Dios, es decir, que para cimentar su casa,
el Señor demanda tener las manos limpias y puras.
La
biblia, en 1 Reyes, capítulo 6, habla de la construcción del templo
que edificó Salomón, allí nos dice que las paredes de esta casa y
otras partes de ella estaban cubiertas por madera de cedro, este
árbol tiene
raíces muy profundas y su tronco crece muy alto, aparte de esto
posee buen aroma, no se pudre y es usado para preservar tesoros y
manuscritos; pues así debe ser la vida de cada persona que conforma
la iglesia de Cristo, arraigada profundamente en el Señor y crecer
alto hasta tocar el cielo, que por medio de la oración produzca un
buen aroma delante de Dios, que preserve y guarde la palabra de Dios
como un tesoro, ya que sólo de esta manera permanecerá firme
delante del sistema de este mundo.
Estimado
lector, el vivir de acuerdo a los preceptos de la casa del Señor
puede hacer que tu hogar sea bendecido y que aun cuando estés en tu
casa, Dios no se olvide de ti y los tuyos, el cumplir con lo
establecido en su palabra es la garantía para que el propósito de
Dios se cumpla en tu vida,
por tal razón es importante que te afirmes en ella cada día,
permitiendo que él pueda terminar la obra que ha comenzado en ti.
Actualmente estamos viviendo tiempos difíciles y es necesario que
se levante una iglesia madura que se deje moldear por el Señor, en
la cual no existan escándalos ni murmuraciones, puesto que en los
últimos años vamos a ver un aceleramiento de la obra de Dios en los
corazones de cada creyente, porque para el avivamiento que Dios va a
traer sobre Latinoamérica, el Espíritu Santo se urge de gente que
se haya dejado formar por él y a las cuales pueda usar para hacer
su obra en esta tierra.
¡Dios
te bendiga! Pastor Richard Rodríguez.