Muchas veces usted ha escuchado expresiones como esta: ¡Señor, si tú quieres sáname!
En Mateo 8:1-3
hallamos una historia donde Jesús
se encuentra con un leproso, este se le acerca diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y
le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció. Dios es un Dios bueno lleno de misericordia
que quiere manifestarse a todo hombre y mujer.
Por esta razón es mi deseo
expresar en este escrito la buena voluntad de
Dios que
tú puedas creer y comprender lo inmensa que es la bondad de Dios, es decir Jesús siempre quiere todo lo bueno para ti amado amigo. Que cuando
te encuentres leyendo esta pequeña reflexión acerca del carácter de nuestro
Amado Jesús, puedas abrir tu corazón para que la fe entre a tu vida y así
puedas ser sanado, libertado y prosperado,
es por ello que no debes dudar en acercarte a él.
Quizás tú seas uno de esos que
han despreciado y te han dejado
solo, pero Jesús te dice hoy ¡Yo quiero salvarte y darte un nuevo destino!, ¡Yo
quiero ayudarte! No permitas que nada ni nadie te haga pensar que Jesús no quiere, pues lo que todo el mundo
desecha y que aparentemente ya no sirve, Jesús lo quiere, porque él es el único
que puede cambiar la maldición en bendición.
1
Corintios 1:28: "y lo vil del mundo y
lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es que esperanza tan poderosa, definitivamente
no hay Dios como nuestro amado Dios".
Más sin embargo hay mucha gente
que quiere los milagros de Jesús, pero no quieren a Jesús ¡Cuidado! Porque las cosas no funcionan así, puesto que
lo más justo es que correspondas a su
amor, porque a pesar de tu infidelidad, Él sigue esperando por ti, aunque la
religión y la tradición no quieren que Jesús te perdone los pecados, él siempre
está dispuesto a perdonarte si vienes con un corazón arrepentido.
Medita en esto: Jesús vino a salvar lo que se había perdido, así que no importa tu condición, Jesús te perdona y nunca más, y cuando digo nunca más es ¡nunca! volverá a recordar tus pecados. Jesús quiere salvarte, sanarte, bendecirte, prosperarte y restaurarte, pero el problema no es si Jesús quiere, el problema es, si tú quieres.
¡Dios te bendiga!
Pastor Richard Rodríguez.