Muchas
veces nos encontramos con personas que tienen sus vidas vacías, sin paz, sin
amor y sin felicidad, han vivido con muchas necesidades y carencias, ignorando que fueron creados con un propósito
eterno. Esto se debe a que no han experimentado un encuentro personal con Jesús,
quien es suficiente en todo y para todos. Tal vez sea este tu caso, pero a
través de este escrito quiero expresarte la suficiencia de nuestro amado Jesús
en cada área de la vida, no hay nada que pueda llenar al hombre como la
plenitud de él.
La
palabra de Dios nos dice, en Mateo 5:3, “Bienaventurados
los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”, el
pobre de espíritu es aquel que reconoce su necesidad de Jesús, el que lo
concibe no como una añadidura en su vida, sino como su todo. Dios no es un
complemento que puedes buscarlo solo cuando tengas problemas, su deseo es ser
el todo de tu vida. En el mundo podremos tener aflicciones pero cuando confiamos
en Jesús, que ha vencido al mundo, en el momento más difícil él nos abriga con
su paz que sobrepasa todo entendimiento y nos hace saber que él es nuestra suficiencia de paz.
Amigo,
si pudieras entender los beneficios que nos fueron atribuidos por medio del sacrificio
de Jesús en la cruz del calvario, con su muerte fuimos revestidos de justicia,
es por eso que te aconsejo que cuando peques no huyas de Jesús, por el
contrario, corre a sus brazos para que él te restaure, él siempre tendrá las
manos extendidas para amarte y no para condenarte, porque en él está la suficiencia de nuestra justicia.
Cuando
experimentamos una vida en Cristo, también nos es añadido el gozo de la
salvación, una extraordinaria felicidad que está dentro de nuestro ser en todo
momento, donde no hay lugar para la amargura ni mucho menos para la enfermedad,
porque la misma vida de Jesús nos mantiene sanos y vigorosos.
De
igual forma, nos fueron imputados el amor
y el perdón, cuando fallamos Jesús
nos espera con su infinito amor para levantarnos. No hay expresión más grande
de amor, que la que nos mostró Jesús, derramando toda su sangre en la cruz, él prefirió
morir y sufrir escarnios por amor a nosotros.
Querido
amigo lector, Jesús es la suficiencia de tu vida, su deseo es que vivas en la
plenitud de lo que él destino para tu ser, él es tu suficiencia de paz,
justicia, amor, gozo, salud, perdón y prosperidad, en él no pasarás necesidades
aun en medio de la escasez porque ha prometido bendecirte y darte una vida de
abundancia. Si hoy sientes que no eres merecedor de su perdón, corre a sus
pies, él está esperándote con sus brazos abiertos para mostrarte una vez más
cuanto te ama.
¡Dios te Bendiga!
Pastor Richard Rodríguez.
¡Dios te Bendiga!
Pastor Richard Rodríguez.