viernes, 21 de febrero de 2014

La muerte de Jesús en la cruz y el derramamiento de su sangre constituyen la sabiduría oculta y el plan estratega que Dios tenía preparado desde el principio de los tiempos para derrotar al pecado y al diablo, la palabra de Dios dice en 1era de Corintios 1:25. “Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres”, en este sentido puedo asegurar que Jesús en la cruz no es ningún derrotado, es un vencedor.
Fue la sangre de Cristo derramada en la cruz fue la que libertó a la raza humana y la limpió del pecado, pero quizás te preguntarás ¿Por qué Dios utilizó la sangre de Jesús?:

1.    Porque nadie tiene mayor amor que este; que alguno dé su vida por otro: La demostración más grande de amor  por la humanidad fue el derramamiento de la sangre de Cristo en el madero. Jesús te amo a pesar de tu condición de pecado y murió en el madero para hacerte libre de él.

2.    Porque en la sangre es donde está la vida: Nuestra sangre fue contaminada producto del pecado, convirtiéndose en portadora del mismo. Se requería una sangre inocente para purificarla,  por eso Dios tuvo que hacerse hombre para derramar una sangre que no estuviera contaminada con el pecado. La sangre que Jesús derramó contiene la vida que nuestra sangre necesita.

3.    Porque la sangre es lo más valioso que se puede poseer: Cuando Jesús derrama su sangre le demuestra al ser humano el inmenso valor que tiene para Dios, dejándola como sello de su pacto y como la garantía más grande del cumplimiento sus promesas.

4.    Sólo una sangre bendita podría quebrantar toda maldición: Cristo a través de su sangre nos redimió de la maldición del pecado, para hacernos bendición,  porque se necesitaba una sangre bendita para quebrantar toda maldición en nuestras vidas.

La sangre de Cristo trae bendición donde hay maldición, trae paz donde hay contienda. En la sangre de Cristo es donde está la vida eterna y el poder para liberar al hombre de la maldición del pecado. Estimado lector te invito a invocar esa sangre sobre cada área de tu vida,  para que la derrota y el fracaso que el pecado provocó sean quebrantados y comiences a disfrutar de la bendición de Dios.


¡Dios te bendiga! Pastor Richard Rodríguez

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