Dios ama al hombre sin importar cual sea
su condición, sin embargo, esto no representa una licencia para vivir una vida
pecaminosa, pues el caso es que al cielo no irán las personas que Dios ama, sino
aquellos que aman verdaderamente a Dios. Así mismo, hay personas que se
aprovechan de este amor para llevar una vida llena de pecado, pero Dios en su
bondad no quiere ver al hombre viviendo de esta forma, porque él sabe el daño
que este le causará.
Así como Dios estableció leyes y
principios que rigen el universo, también creó leyes espirituales que de ser
violadas traen sus consecuencias, es por esto que el pecado nunca vendrá solo,
siempre traerá consigo resultados negativos en la vida del hombre, éstos son
los socios del pecado. La enfermedad, vergüenza, miseria, pobreza, mentira,
orgullo, muerte prematura, contiendas, conflictos familiares todo esto viene
asociado al pecado, de allí que la vida del hombre se va dañando y
deteriorando, esta es una de las razones por la cual Dios aborrece el pecado.
El pecar constituye una ofensa para
Dios, ya que ocurre cuando el hombre se deleita en sus propios deseos y en su
propia voluntad antes que hacer la voluntad de Dios, por eso apreciado lector
debes examinar tu vida y si te encuentras en esta situación, te invitamos a
cortar toda sociedad que tengas con el pecado, sólo Jesucristo te puede
libertar de el y de sus socios. Entrégale tu vida a Jesucristo y en él hallarás
completa liberación para tu vida. ¡Dios te bendiga!. Pastor Richard Rodríguez.
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