martes, 16 de agosto de 2016

En esta vida existen dos reinos; uno es el reino de las tinieblas y el otro el reino de los cielos, en el reino de las tinieblas reina la enfermedad, la ruina, la miseria, el fracaso, el divorcio, la fornicación, el adulterio y la muerte. Tal vez suene un poco duro, pero todos venimos de este reino y sin darnos cuenta algunos éramos usados para matar, robar y destruir. En ocasiones este reino se apodera de las personas de tal manera, que puede hacerlos perder el sentido y dejarlos en un estado de abandono total, porque con este se manifiesta todo lo impuro, lo diabólico y lo sucio.

Pero Jesucristo fue manifestado al mundo y consigo también el Reino de los cielos (Mateo 4:17). Cuando Jesús vino a la tierra, también vino la sanidad, la paz, el amor, la trasformación y la prosperidad. Dice en la biblia que por donde Jesús pasaba dejaba abundancia y  bendición y es eso lo que él quiere darte hoy, solo tienes que abrirle tu corazón para que pueda entrar junto con el reino de los cielos y mudarte a esa vida de abundancia que él te ofrece.

Querido amigo lector, dice en la palabra de Dios que aquellos que hemos entregado nuestro corazón a Jesús fuimos trasladados del reino de las tinieblas al reino de Dios, me pregunto entonces ¿Por qué causa tendríamos nosotros que seguir viviendo en derrota, en miseria y en ruina? Tal vez esto se deba  a que muchos cristianos hoy en día,  aunque le abrieron su corazón a Jesús no han visto sus bondades en sus vidas, porque a pesar de haberse cambiado de reino estaban tan sumergidos en tinieblas que se acostumbraron a vivir en su antiguo reino y  no han podido hacer la transición espiritual, es decir, no le han sacado provecho a los beneficios que Dios les brinda.

El reino de los cielos es la provisión de Dios para que podamos vivir en la tierra, como si viviéramos junto al padre en los cielos;  uno de sus secretos es que al principio no se ve, pero si somos perseverantes y fieles a su palabra este terminará por manifestarse de una manera inimaginable. Es por eso que es comparado con un grano de mostaza, que vino a ser las más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece viene a ser las más grande de todas las hortalizas y sin darnos cuenta invade nuestras vidas  hasta transformarlas por completo.

Mi mensaje para ti que estás leyendo estas líneas, es que no te dejes llevar por lo que ves ahora, simplemente siembra el reino de los cielos en tu vida y cuando menos lo esperes verás una bendición inimaginable que arropará todo lo que ves, y te digo siembra, porque es así como actúa este reino, es como una semilla que germina y crece sin que te des cuenta. Este Reino es un misterio y se recibe por fe, porque tiene el poder darte espiritualmente lo que en lo natural no tienes. Así que, querido amigo, no sigas atacando tus problemas con religión y dogmas, simplemente pídele a Dios que traiga su Reino a tu vida, empodéralo en tu casa y en tu familia y sobre todo cuida tus actitudes, porque son estas las que cierran o abren el Reino de los cielos en nuestra vida.

¡Dios te bendiga!
Pastor Richard Rodríguez.