martes, 30 de enero de 2018

Sin Dinero y Sin Precio

Es mi intención con estas líneas, llevarte a un nivel de victoria donde puedas bendecir no solo a las personas que te rodean, sino también a tu ciudad. Hoy quiero decirte que aunque tengas una gran carga sobre tus hombros, si confías y crees, lo imposible puede hacerse realidad; Dios nunca olvidará el tiempo de espera que has sembrado en él y si ha permitido que pases por pruebas, juntamente con estas te ha provisto de las soluciones para salir de esas circunstancias difíciles. 

Cuando a diario abrimos nuestros oídos a las malas noticias y nos preocupamos por lo que han de comer y vestir nuestros hijos, sin darnos cuenta caemos en la trampa y el afán y se va apagando nuestra fe. Ahogados por las circunstancias muchos deciden irse a otras naciones en busca de una supuesta bendición o estabilidad, basada en principios y estándares humanos que nunca lograrán satisfacer las necesidades espirituales que realmente no perecen en el futuro.

Es increíble que las cosas más valiosas de este mundo no tengan precio, que tremendo, que puedas venir a Dios y pedirle vida eterna sin tener que pagar nada a cambio, tal vez, no te cuesta nada a ti, pero le costó todo a Jesús y él ya la compró y la puso a tu disposición sin ningún precio. Por eso, me impresiona que muchas personas lo único que desean es salir corriendo a otro país, en busca de cosas que no sacian y que un día perecerán. Ojalá entendieras que Dios tiene planes superiores con todos los venezolanos y que si te enfocas en buscar lo que no perece, eso atraerá todo lo que perece y de los cuales el padre conoce que tienes necesidad.

Amigo, no seas escaso, levántate, no abandones tu lugar de servicio ni vendas tu primogenitura por irte en busca de lo que perece, regocíjate, alégrate y enfrenta lo que estás atravesando con alegría y con paz, confiado que el dador de la vida y la provisión va a respaldar tu esfuerzo y sacrificio al quedarte en tu nación y tu bendición será mayor de la que imaginas.

¡Vienen días de gloria para Venezuela! no temas, el que en él cree nunca será avergonzado.

¡Dios te bendiga!
Pastor Richard Rodríguez.