miércoles, 5 de diciembre de 2012


Durante muchos años la religión  ha enseñado la oración del Padre Nuestro sin la revelación y el poder que esta tiene, la han establecido como una penitencia que el pecador debe cumplir y repetir para calmar su conciencia. Por este motivo quiero explicarte, a través de este escrito, la esencia que tiene esta poderosa y eficaz  oración y así puedas entenderla como un medio para llegar al corazón de Dios y recibir su respuesta de amor en medio de tu clamor.

En el evangelio de Mateo 6:9, la Biblia nos enseña la manera como debemos orar a Dios, teniendo la revelación y conocimiento de lo que estamos orando. Cuando Jesús les dijo a sus discípulos que debían orar de esta forma, no se refería a una repetición vana y religiosa que no generara cambios en sus vidas, por el contrario, quería enseñarles una realidad espiritual que vendría a ser un modelo para comunicarnos con Dios de la forma como lo hace un hijo con su padre, es decir, con confianza y sinceridad para adorarlo, pedirle su ayuda  y provisión. Jesús enseñó  la oración del Padre Nuestro para que todo creyente tenga una comunión con Dios, pueda vivir en autoridad, tener paz, bendición y establecer el reino de Dios en su vida de una manera sobrenatural.

Querido amigo  te invito a recibir a  Jesús en tu corazón como Señor y Salvador de tu vida, con  este paso de fe tendrás derecho legal de ser hijo de Dios y así tener una comunión con un Padre que te ama y tiene un propósito bueno y poderoso para tu vida. Ya no te comportes más como un extraño, la oración del Padre Nuestro te enseña a pedirle a Dios con confianza, porque Él es un Padre bueno que se complace en dar buenas cosas a sus hijos.

Es mi deseo que puedas atesorar esta palabra en tu corazón y que la oración del Padre Nuestro sea una realidad en tu vida.

Dios te bendiga! Pastor Richard Rodríguez

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