jueves, 3 de mayo de 2012



Dios ama al hombre sin importar cual sea su condición, sin embargo, esto no representa una licencia para vivir una vida pecaminosa, pues el caso es que al cielo no irán las personas que Dios ama, sino aquellos que aman verdaderamente a Dios. Así mismo, hay personas que se aprovechan de este amor para llevar una vida llena de pecado, pero Dios en su bondad no quiere ver al hombre viviendo de esta forma, porque él sabe el daño que este le causará.

Así como Dios estableció leyes y principios que rigen el universo, también creó leyes espirituales que de ser violadas traen sus consecuencias, es por esto que el pecado nunca vendrá solo, siempre traerá consigo resultados negativos en la vida del hombre, éstos son los socios del pecado. La enfermedad, vergüenza, miseria, pobreza, mentira, orgullo, muerte prematura, contiendas, conflictos familiares todo esto viene asociado al pecado, de allí que la vida del hombre se va dañando y deteriorando, esta es una de las razones por la cual Dios aborrece el pecado.

El pecar constituye una ofensa para Dios, ya que ocurre cuando el hombre se deleita en sus propios deseos y en su propia voluntad antes que hacer la voluntad de Dios, por eso apreciado lector debes examinar tu vida y si te encuentras en esta situación, te invitamos a cortar toda sociedad que tengas con el pecado, sólo Jesucristo te puede libertar de el y de sus socios. Entrégale tu vida a Jesucristo y en él hallarás completa liberación para tu vida. ¡Dios te bendiga!. Pastor Richard Rodríguez.

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