martes, 23 de abril de 2013



Efesios 1: 1-18 “Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos”.

En esta nueva oportunidad hablaremos acerca de este poderoso pasaje de biblia, en el cual nos refiere que Dios puede dotarnos de un espíritu de sabiduría e inteligencia espiritual que, a diferencia de cuando no le conocíamos, no podíamos ver ni entender, ya que no teníamos fe y por lo tanto no se nos   había imputado. Es por ello que cuando una persona asiste por primera vez a la iglesia, la palabra que se predica o las cosas que allí se hacen pueden parecerle locas y hasta aburridas, pero no porque ello sea así, sino porque aún no le ha sido revelado la sabiduría e inteligencia espiritual para comprenderlas.

El versículo 15 de este mismo capítulo nos reseña dos cosas muy importantes para recibir la revelación de Cristo y de su iglesia como son la fe en el Señor Jesucristo y el amor para con todos los santos. El primero habla de colocar toda nuestra confianza en Jesús y en todas las cosas maravillosas que él puede hacer en nosotros. Es sencillo, es tener fe en el Señor Jesucristo. El segundo punto habla que debemos amar a todos los santos sin importar diferencias ni a que denominación pertenezca, el amor debe ser genuino y sin fingimiento por los hermanos aun y cuando no pertenezcan a tu misma iglesia, esto también incluye el amor por el servicio en la iglesia.

La porción citada de la Biblia nos habla de ser alumbrados los ojos de nuestro entendimiento, aquí puede entenderse que aparte de nuestros ojos físicos tenemos ojos espirituales que nos dan la habilidad de ver las cosas en el espíritu y es por ello que debemos desear que nos sea revelado el espíritu de sabiduría para poder ver mas allá de lo que nuestros ojos físicos pueden ver; no tenerlos representa un  peligro, ya que un creyente que no puede ver con sus ojos espirituales no podrá ver la bendición, la justicia, la santidad ni aun el propósito y el llamado que Dios tiene para él. Dios es el único que puede alumbrar los ojos de nuestro entendimiento para ver salud donde hay enfermedad, prosperidad donde hay pobreza, y mas allá, para visualizar las maquinaciones del diablo  y así destruir sus obras. Cuando no han sido alumbrados los ojos de tu entendimiento estarás ciego y lo que podrás ver son las obras que hace satanás  y no las que hace Dios en ti. Él nos alumbra los ojos de nuestro entendimiento  para que conozcamos cual es la esperanza a la cual  nos ha llamado, porque no nos llamo Dios a angustia, tristezas, desanimo o desesperación, él nos llamo a esperanza porque la esperanza nunca te dejará avergonzado.

En el versículo 14 podemos notar que Dios ha adquirido una posesión y estos somos nosotros quienes hemos creído, y aunque aun somos atacados, pasamos pruebas, problemas y circunstancias llegará el día cuando Dios mismo libere totalmente a su pueblo. Entonces, ¿Qué debemos hacer nosotros que ya han sido alumbrados los ojos de nuestro entendimiento? No desmayamos, ni nos apartarnos del camino del Señor sino tenemos esperanza y aguardamos hasta que seamos totalmente liberados, bendecidos, sanos, prosperados y tengamos victoria en todas las áreas de nuestras vidas.

Finalmente efesios 1:19-20 nos habla que hay un poder que hay para nosotros y es el mismo poder que operó en Cristo resucitándole de los muertos y este poder también puede operar en ti levantándote de la enfermedad, del fracaso, de la miseria, problema matrimonial, o situación económica .

La iglesia en Cristo está totalmente completa y ese es el deseo de Dios, que vivamos a plenitud, que tengamos victoria en nuestro matrimonio, con nuestros hijos, en nuestra economía pero para eso debemos permitir que Dios alumbre los ojos de nuestro entendimiento para que lleguemos a conocer todas las cosas buenas que Dios nos ha concedido.

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